Bukkake en el bdsm
El
bukkake es una práctica de sexo en grupo, al parecer esta experiencia sexual viene de una disciplina japonesa donde se utilizaba para castigar sexualmente a una mujer por infidelidad.
La impura se sometía sexualmente a un grupo de hombres donde varios machos, rodeaban a la mujer y la forzaban a chupar su miembro viril.
Uno y otro la manoseaban y se turnaban para introducir su pene en la boca y eyacular, en algunas ocasiones en el momento de la eyaculación el semen se depositaba en un vaso y la fémina bebía la pócima o la derramaban por su rostro.
Si decidían que bebería el semen, la mujer antes de tragar lo mantenía durante un rato en su boca, moviéndolo en círculos y jugando con él.
Esta práctica es muy buscada en la actualidad por grupos de chicos que quieren tener este tipo de experiencia viciosa y morbosa.
Ahora también se han sumado las mujeres y han querido que sea el hombre el que permanezca en el círculo del pecado.
En el mundo del
bdsm se hacen prácticas de este tipo, el sumiso o devoto se utiliza como cochinillo, se le atan las manos y pies con cuerdas, después se le coloca una manzana en la boca y una zanahoria por el ano.
Tumbado y boca arriba y encima de una mesa, varias dominas juegan, provocando cosquillas en varias partes del cuerpo, en la planta de los pies, en los costados y las axilas y también lo pinchan con el tenedor para ver si el sumiso se lamenta, si esto sucediera le propinarían latigazos en la planta del pie, pincharían sus pezones y retorcerían sus pelotas.
Todo por el placer de satisfacer los juegos pervertidos de su ama y señora.
Si estas dominas desean, existe la posibilidad de subirse encima de la mesa y depositar su clítoris o su vulva en la boca del sometido y entregar como premio la deseosa y ansiada lluvia dorada.
En muchas ocasiones las dominantes mujeres quitan la manzana de la boca y le colocan un embudo ancho y grueso para que no se derrame ni una sola gota de su elixir dorado, mientras que el sometido, traga y engulle.
El sumiso estará a la merced de lo que las mistress deseen mientras que ellas se divierten, beben y comen de los manjares más exquisitos, se ríen y se burlan de él.
Algunos sometidos se dejan utilizar como cenicero, haciendo que sus amas los perciban como un buen utensilio para apagar y depositar sus colillas.
Cuando termina el espectáculo el sometido vuelve al papel o rol de sumiso se le coloca nuevamente el collar y desnudo se arrodilla ante su dueña, el buen perro fiel que acompaña y adora a su diosa.
Son fiestas que organizan determinadas amas con sus mejores colegas de profesión, la fiesta es cara y se tiene que contratar con tiempo.
Te invito a que me escribas y me cuentes tu experiencia si has tenido esta o alguna parecida, me gustaría escucharte. email
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